Pero ¿sabes? cuando tengo un micrófono en la mano, nada de eso importa, porque soy el mejor. Cuando estoy ahí arriba nadie puede hacerme frente o derrumbarme, la melancolía, las horas tirado en un rincón de mi cuarto tapándome la cara con las manos y con ganas de gritar se esfuman.
Es algo inexpresable con palabras.
Aún así...ahora no tengo un micrófono en la mano, ni un público listo para gritar. Tengo una sensación que mata a todas las demás dentro de mi cuerpo y necesito algo que no puedo alcanzar. Que vas a saber tú, la persona a la que quieres está enamorada de ti, ¿no?.
De repente vuelvo a sentir algo, ni te imaginas lo que es, si lo supieras...nada cambiaría, a quien quiero engañar.
Hace mas de medio año que estoy casi muerto por dentro, que mis sentimientos me atormentan por las noches, pero siempre me quedará coger un micrófono.
Y al llegar la mañana, no me di ni cuenta...de que ya nunca estabas...
No hay comentarios:
Publicar un comentario