Pasa una y otra y otra parada...
De repente un leve golpe suena debajo mía, después otro golpe mucho mas fuerte suena a unos metros de mi, el vagón comienza a balancearse de un lado a otro. Todo ocurre muy rápido, demasiado, la gente empieza a gritar.
Mis auriculares, que antes había bajado para que no molestasen a quien llevaba al lado siguen sonando. El vagón ha descarrilado y va sin control, todo ocurre muy rápido, demasiado.
Por suerte me da tiempo a subir al máximo el volumen de la música, que suene alto, que solo se escuche la música, mientras siga sonando todo irá bien. Y después de morir...
Ojalá siga escuchándola...
No hay comentarios:
Publicar un comentario